Las fotocélulas láser se utilizan en aplicaciones en las que es necesario detectar pequeños objetos o donde es necesaria una detección de posiciones de extrema precisión. Están disponibles en tres versiones: barrera fotoeléctrica, sistema réflex y sistema de reflexión directa.
La luz láser está compuesta por ondas luminosas de idéntica longitud que presentan entre sí una relación fija de fase (coherencia). De ahí procede una de las características más importantes de las fotocélulas láser: el haz de luz casi paralelo.
Consecuencia: gracias al pequeño ángulo de divergencia se pueden poner en práctica aplicaciones con grandes alcances. El punto láser de clara visibilidad, incluso a la luz del día, facilita la orientación del equipo.